sábado, octubre 04, 2008

Gandallismo ciudadano

Gandallismo Ciudadano
Por Daniel Flores Olmos

No mires la paja en el ojo ajeno, quita la viga que tienes en tu propio ojo. 
Entonces podrás ver bien para quitarle la paja del ojo a tu hermano.


"¿Que nos pasa? " nos preguntaba Héctor Suárez en los ochentas pero no entendimos la pregunta o no supimos contestar. "¿Que nos pasa?" tal parece, fue para nosotros un programa cómico en donde un cuate se disfrazaba y hacía voces chistosas, pero no fue una reflexión.

Hoy veinte años después, la pregunta sigue en la mesa...mexicanos: ¿Que diablos nos pasa?

Cada mañana, de camino a la oficina, he tomado el papel del espectador que desde un lugar privilegiado, presencia el concurso del "más gandalla de la mañana": En una esquina se encuentra un trailer atorado tratando de entrar en un zaguán destinado para que entre un chevy, en otra un taxista pasándose el alto (obviamente invadiendo la linea peatonal) volteando a la izquierda y casi atropellando a un peatón que estaba a su derecha... el peatón le reclama y el taxista ¡se baja a querer golpearlo!; en otra esquina un individuo manejando una motoneta con un niño de aproximadamente 4 años de edad ¡parado enfrente de la motoneta! en otra esquina me toca el alto y el conductor del coche de atrás empieza a tocarme el claxón groseramente tratando de obligarme a pasarme el alto y como no accedí a su petición, al tornarse verde el semáforo me dió un cerrón que ¡de milagro no me pegó! y las anécdotas créame... no terminan, usted más que nadie lo sabe porque las vive día con día.

Es muy probable que al momento que estaba usted leyendo el párrafo anterior, empezó a imaginar todas aquellas anécdotas que tendrá en su baúl de recuerdos y me podrá decir: "¡uy y eso no es nada, a mi me pasó...!" es muy probable también, que juzgue con un gesto de descalificación a las personas que comenté arriba pero señores, todos caemos en algún tipo de majadería, descortesía, violación de los reglamentos o leyes ciudadanas; todos somos responsables de que esas situaciones se presenten todos los días y a todos los niveles. Somos expertos en criticar las miles de muertes por el narcotráfico, la granada en Michoacán, el bloqueo de reforma, los secuestros, el fraude en las urnas pero todas esas personas que elaboran esas violaciones a la ley son MEXICANOS como usted y como yo... y tanto usted como yo, nos hemos pasado un alto, hemos empujado a alguien para entrar nosotros primero, nos hemos hecho los dormidos para no ceder el lugar a una señora embarazada, hemos acusado a un compañero de trabajo para subir de puesto, todos en algún momento de nuestras vidas hemos sido gandallas en distintos niveles pero lo hemos sido o lo seguimos siendo.

¿Es México un país de gandallas? ¿cuando empezó? -Alguien tuvo que haber empezado con el mal ejemplo- ¿cuando dejará de serlo? El panorama es desalentador porque estamos reclutando gandallitas en los niños, en nuestros hijos con nuestro ejemplo. ¿Cuando empezaremos con el buen ejemplo? ¿cuando reinará la consciencia en vez del gandallismo ciudadano? La consciencia estimado lector-lectora, es tan íntima, tan personal, tan distintiva como las huellas digitales, pero está en nosotros, no en el gobierno, no en el semáforo, no en el pozole del 15 de Septiembre, porque ojalá que con el grito de palacio nacional creciera en nosotros ese patriotismo que tanto necesitamos, ese compromiso con la nación que tuvieron grandes mexicanos de quienes hemos olvidado sus lecciones. José María Morelos y Pavón rechazó el título de "Alteza Serenísima" que le daba el congreso y lo cambió por el de "Siervo de la nación" ...trato de imaginarme el amor que tenía por México...

Juárez y muchos otros lucharon tanto por nuestra libertad, nuestra soberanía y nuestras leyes y ahora somos víctimas de nosotros mismos, nos encontramos librando batallas contra nosotros mismos, nuestro enemigo es otro mexicano no un extranjero; estamos secuestrados por nosotros mismos, no queremos salir de nuestras casas por temor a ser secuestrados, no dejamos jugar en la calle a nuestros hijos, seguimos las millones de recomendaciones que nos llegan por correo electrónico de no contestar llamadas, de no circular por ciertas avenidas, de no ir solos al baño, no saludar a nadie extraño, no ayudar a nadie que esté en problemas y que implique detener el automóvil, no atender a nadie que nos venda trajes italianos, ¡DIOS!

Permítame citar a Juárez en su discurso de toma de presidencia en 1861: "El pueblo ha luchado con constancia contra sus opresores y alcanzado victorias espléndidas en todo el territorio. Los Estados todos, hicieron esfuerzos inauditos en favor de la libertad..." y continúa: "...porque el patriotismo no debe medir el tamaño de los sacrificios, sino afrontarlos con resignación, y porque ante la salud de la república, el hombre no debe pensar en sí mismo, ni tener en cuenta sus conveniencias." "Que el pueblo y el gobierno respeten siempre el derecho de todos. Entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz." 

La consciencia está en mí y en usted, no en nadie más. ¿Cómo podemos exigirle a nuestros gobernantes que amén al país, que dejen de pensar en si mismos y vean por el pueblo, si nosotros mismos no actuamos diferente que ellos? ...todos los días lo compruebo... y es que no hay un "ellos" todos somos "nosotros"  ¿con que cara nos presentamos a una marcha en contra de la violencia, vestidos de blanco, etc, si unos momentos antes violamos una ley, un reglamento, inflamos una factura, somos infieles en nuestro matrimonio, no pagamos impuestos, etc?. ¿Como pedimos a los políticos compromiso con México si nosotros todos los días demostramos que no lo tenemos? ¿cómo podemos ver la paja en el ojo del vecino si tenemos una viga en el nuestro? Y todavía nos preguntamos porque el país no avanza.

Quisiera terminar mi artículo de la misma manera que terminó Juárez su discurso en 1867, dirigiéndose a usted y a mi.

"Mexicanos: ... cooperemos todos para poder legarle a nuestros hijos un camino de prosperidad, amando y sosteniendo siempre nuestra independencia y nuestra libertad."